Autores
-
Relatos del porvenir: reconocer los árboles, los caminos y pobladores como sujetos de dolor.
-
-
Desde el litoral, caminando por los territorios en la búsqueda de la verdad del conflicto.
-
Una Maleta colombiana, la experiencia del exilio colombiano y la Comisión de la Verdad.
-
Los Diálogos para la No Repetición son espacios de participación y discusión social.
-
-
-
En borrador: intuiciones, experiencias, llanto, canciones, reflexiones, certezas y todo aquello que sea parte de esta transición histórica.
La verdad sale por las rendijas
“Tantas veces, la lógica del refugio recibe mensajes en frecuencia modulada, y las dinámicas de la guerra son de onda corta”.
“Yo me hice abogada por obligación”.
Las verdades son así a veces, a bocajarro. Gloria se hizo abogada para defenderse de una historia que le pasó por encima y aplastó su vida, cuando apenas tenía 21 años, la desaparición forzada de su compañero, y padre de su niña de apenas siete meses. Una de las primeras ONG de derechos humanos de Colombia, se llama Comité de Solidaridad con Presos Políticos. En ella encontró abrazos y una luz de la mano de otras mujeres familiares de desaparecidos. En 1989, casi nadie sabía de la desaparición forzada, que parecía cosa de Guatemala o de Argentina. Le tocaron preguntas duras: ¿A qué te estás enfrentando?”, y convicciones que se abrieron paso: “Vas a tener que aprender a vivir con esto”.
Para ayudarse a sí misma, decidió que tenía que ayudar a otros. Pero si en ese tiempo, reportabas una desaparición forzada era como si se te había perdido un bolso. Espere a ver si aparece. Cuando un año después apareció su cuerpo, no le dejaron ver siquiera el expediente, y 30 años después, aún no lo tiene. Lo peor de la desaparición no solo es la pérdida brutal sino la indefensión que viene con ella. Así que decidió estudiar derecho en las noches, después de la jornada en la tienda de antigüedades y del trabajo de ASFADDES, la Asociación de familiares de detenidos desaparecidos.
Un 25 de noviembre, iba a sufrir un atentado en la puerta de la universidad, le salvó una compañera que se percató de que un tipo con arma la esperaba y que, al pasar cerca, otro dijo: “Es aquella”. A ellas y tantas compañeras de ASFADDES las persiguieron con ese método de la sin piedad. Tuvieron que reunirse en casas, para que las reuniones parecieran meriendas. La búsqueda de los desaparecidos siempre fue una lucha de riesgo. En Argentina desaparecieron a varias madres de Plaza de Mayo y a las monjas francesas que las apoyaban. En Colombia, mataron a Elizabeth Cañas que buscaba a su hermano e hijo desaparecidos en Barrancabermeja, después de una sesión de un Tribunal de Opinión, donde ella desafió el silencio. Una noche en que el horror me tocó de cerca, desaparecieron a Ángel y Claudia, que eran miembros de ASFADDES en Medellín, y que buscaban a sus desaparecidos. Ángel había organizado hacía poco un taller psicosocial con familiares, que yo facilitaba y a la vez recibía de la gente, donde hablábamos del duelo y de la búsqueda de la desaparición forzada y del apoyo mutuo en esa familia extensa en que se convierten los afectos con los iguales.
La entrevista para la demanda de asilo de Gloria en Londres, Inglaterra, duró dos días. Y después de varios meses, la respuesta fue no. Cuando examinas los argumentos de las respuestas, te encuentras con cosas inverosímiles. En este caso, como ella no era parte de un partido o movimiento político, no había razones para el refugio, porque no las había para la persecución a una organización de víctimas. Tantas veces, la lógica del refugio recibe mensajes en frecuencia modulada, y las dinámicas de la guerra son de onda corta. Así no hay manera de que una entienda a las otras.
Cuando un año después, fue a pedir su pasaporte para regresar a Colombia, el funcionario de migración que la había entrevistado, le dijo: “No te vayas”. El mismo que hacía parte del sistema que la negaba, le dijo aterrado: “Te van a matar”. Gloria lo miró, y a él se le escurría una lágrima por la mejilla. Esa lágrima la acompañó en su retorno. A veces así es la verdad, sale por las rendijas.
Sobre el blog...
Este blog recoge experiencias del exilio colombiano, y de todos sus nombres, refugio, asilo, víctimas en el exterior, desplazamiento transfronterizo. Todo ello habla del trabajo de la Comisión de la Verdad, en esa Colombia fuera de Colombia. Ese otro país, inexistente en este otro dentro de las fronteras.
Las víctimas que tuvieron que huir. Los defensores de derechos humanos perseguidos. Los secuestrados que se fueron después de ser liberados. Los militantes políticos que huyeron detrás de las balas. Las mujeres campesinas que salieron con sus familias. Los líderes cuya vida corría peligro. Las amenazas para la vida que unen tantas diferencias de periodos históricos, responsables y afectados, incluyendo familias y comunidades.
De todas esas víctimas, sobrevivientes, historias y escuchas de las que somos testigos, habla este blog. Y ojalá dialogue con quienes lo lean.
Carlos Martín Beristain
-
Temas Relacionados:
Comentar:
Otros artículos de este autor
Artículos destacados
-
ENCUENTROLa Comisión de la Verdad reunió a empresarios y empresarias de distintas edades, regiones y sectores económicos para que intercambiaran perspectivas sobre los cambios necesarios para un futuro en paz.
-
ENCUENTROA lo largo de su mandato, la Comisión de la Verdad ha promovido acciones para el reconocimiento de todas las víctimas y la construcción de un relato amplio, en el que estas participen, con miras a que estos hechos no se repitan.
-
CULTURAParedes de veredas, calles y avenidas de estos territorios, fueron intervenidos por víctimas del conflicto, campesinado, juventudes y responsables, para simbolizar sus reflexiones sobre cómo el conflicto armado ha impactado sus vidas y territorios.