Autores
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Relatos del porvenir: reconocer los árboles, los caminos y pobladores como sujetos de dolor.
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Desde el litoral, caminando por los territorios en la búsqueda de la verdad del conflicto.
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Una Maleta colombiana, la experiencia del exilio colombiano y la Comisión de la Verdad.
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Los Diálogos para la No Repetición son espacios de participación y discusión social.
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En borrador: intuiciones, experiencias, llanto, canciones, reflexiones, certezas y todo aquello que sea parte de esta transición histórica.
Hospitalidad de la vida
Si hay algo que se necesita en el refugio, además de estatus, alimento y techo, es el abrazo.
Francisco tiene barba blanca y pinta de bonachón. Lo que es. Es, probablemente, la persona con más experiencia en la acogida a refugiados en Canadá, porque eso no solo ha sido su trabajo en 30 años, sino que ha sido su vida. Cuando llegó refugiado de El Salvador, de esa época en la que nos cruzamos por las calles, a él y a su compañera los acogieron en un refugio de monjas jesuitas. Allí les dieron el abrazo. Si hay algo que se necesita en el refugio, además de estatus, alimento y techo, es el abrazo. La casa que les proporcionaron era grande para dos. Así que ellos la acondicionaron para acoger a otras personas que venían huyéndole a la guerra. Y lo que era una casa de acogida para una familia se fue convirtiendo en un abrazo colectivo. Eso sentí la primera vez que lo conocí. Cuando presentamos la Comisión de la Verdad de Colombia en Toronto, la primera persona en tomar la palabra fue él. Y lo hizo para abrir las puertas de su centro al trabajo de la Comisión. Hay gente en la vida, así, que hacen de la hospitalidad un lugar en el que poner tu historia.
Ha visto de todo, no solo sin hacerse distante, sino entendiendo la profundidad. Francisco no pudo dar su testimonio para la Comisión de El Salvador, que no llegó hasta el exilio, pero lo hizo en esta Colombia en Canadá. Cuando repasa la historia de la acogida en el país también tiene historias de conflicto ético y perspectiva humana y política. En Canadá, entre 2005-2006, se empezaron a darse solicitudes de asilo de familiares de paramilitares o de los mismos perpetradores, que llegaron incluso pidiendo apoyo a organizaciones de ayuda humanitaria para los refugiados que ellos habían empujado a la huida.
“Mira, tú eres bien conocido acá y dicen que tú le sabes todas las puertas al sistema migratorio entonces queríamos decirte la verdad y ver cómo nos ayudas a obtener papeles - y hablaba - mira, yo soy lo que se considera un sicario, en tal ciudad, en tal hora, he estado involucrado con esto, esto y esto, yo quería saber si tenemos alguna forma de legalizarnos acá”, le decían.
Una vez llegó un exmilitar que venía de Estados Unidos, cuestionado por su implicación en violaciones de derechos humanos y pidiendo refugio. Cuando hablaba con él, se le quebró la voz y se lo confesó, aunque nadie se lo había preguntado. Cuando puso cara de asombro, el hombre se levantó y se fue, aunque Francisco tenía una vía para ayudarlo.
“Yo le iba a conseguir a alguien para que empezase a darle asesoría y ver los aspectos legales a ver quién te apoya y si inicias el proceso pues vámonos. Nosotros no tenemos el concepto de rechazo, una persona que fue torturador tiene que enfrentar la justicia, no seguir corriendo y quedarse callado. Si la persona está dispuesta a hacerlo nosotros ofrecemos los mecanismos”, decía Francisco.
Doy vueltas a esta hospitalidad para el otro, ese responsable de tanto sufrimiento, que no es la de ponerse por encima. Cuáles son las condiciones que lo hacen no solamente posible sino necesario para la humanidad compartida que somos. Sin ese reconocimiento que es la bisagra entre la verdad y la justicia, no hay más que negacionismo e impunidad.
Cuando tomamos algunos testimonios en Canadá, él está presente como testigo porque los testimoniantes así lo pidieron. Otras víctimas, en España o Suiza, al inicio del testimonio han empezado trayendo a sus familiares que ya no están, para que sean testigos de la historia, para darle sentido, para que nos acompañen, para darles fuerza.
Por eso hoy te convocamos Francisco. Buen viaje.
Sobre el blog...
Este blog recoge experiencias del exilio colombiano, y de todos sus nombres, refugio, asilo, víctimas en el exterior, desplazamiento transfronterizo. Todo ello habla del trabajo de la Comisión de la Verdad, en esa Colombia fuera de Colombia. Ese otro país, inexistente en este otro dentro de las fronteras.
Las víctimas que tuvieron que huir. Los defensores de derechos humanos perseguidos. Los secuestrados que se fueron después de ser liberados. Los militantes políticos que huyeron detrás de las balas. Las mujeres campesinas que salieron con sus familias. Los líderes cuya vida corría peligro. Las amenazas para la vida que unen tantas diferencias de periodos históricos, responsables y afectados, incluyendo familias y comunidades.
De todas esas víctimas, sobrevivientes, historias y escuchas de las que somos testigos, habla este blog. Y ojalá dialogue con quienes lo lean.
Carlos Martín Beristain
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