Autores
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Relatos del porvenir: reconocer los árboles, los caminos y pobladores como sujetos de dolor.
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Desde el litoral, caminando por los territorios en la búsqueda de la verdad del conflicto.
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Una Maleta colombiana, la experiencia del exilio colombiano y la Comisión de la Verdad.
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Los Diálogos para la No Repetición son espacios de participación y discusión social.
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En borrador: intuiciones, experiencias, llanto, canciones, reflexiones, certezas y todo aquello que sea parte de esta transición histórica.
Los duelos del exilio
La percepción de ruptura y su narración atraviesan los testimonios que hemos tomado en la Comisión.
El exilio y el refugio en otro país son un viaje entre dos mundos. La pérdida del país del que fuiste del entorno en que creciste, de los objetos y personas que te acompañaron, es un duelo de ti. Con esa pérdida, también se deja la imagen de sí mismo, la devaluación del lugar que tenías en ese mundo, ese es un duelo de sí. La pertenencia misma se disuelve en ese viaje, se pone en duda. Ese es un duelo de sentido. Así explica mi amigo psiquiatra Jean Claude Metraux, los duelos que acompañan al destierro.
Entre dejar un mundo y vivir en el otro, no hay solo un viaje en el espacio, mediado por un avión, un bus o una frontera. También hay un viaje en el tiempo. Como tantas veces en la vida, estas transformaciones señalan cuestiones humanas fundamentales de las que todos podemos aprender. Suscitan una sensación de ruptura que, sin embargo, no es identificable ni comunicable más que a posteriori, cuando el duelo, que ayuda a asimilar la pérdida, ha comenzado ya su trabajo. O sea, cuando esa pérdida se hace parte de nosotros mismos.
La percepción de ruptura y su narración atraviesan los testimonios que hemos tomado en la Comisión. Las decisiones que acompañan al exilio, en ese viaje entre mundos, pasan por aprender otras costumbres o idioma. Por tener ocasiones para percibir y conocer ese nuevo mundo, no como un extranjero sino como alguien que empieza a hacer parte de él. Todo ello pasa por el sentimiento de que vas a poder mezclarte con la gente y las posibilidades de proyectarte en el futuro. Ya no es solo el tuyo, sino el que se te presenta, que a veces te excluye, otras, te da posibilidades. Jean Claude insiste en que el duelo tiene que hacer su camino, y que es creativo. La persistencia del peligro, la amenaza de no ser aceptado, o la precariedad de la exclusión en la sociedad de acogida bloquean ese duelo e inhiben la seducción que necesitamos para la vida.
Para muchos refugiados las posibilidades de contacto con este otro nuevo mundo son limitadas al funcionario de migración, a la maestra de la hija en la escuela, a la trabajadora social cuando el malestar traspasa las paredes. Esos profesionales son esa cara del país. Y no solo el nuevo patrón de las condiciones de trabajo. En la evaluación del sentimiento de pertenencia entre el mundo que perdiste y el mundo que ganaste, a veces hay un tobogán vertiginoso hacia abajo, otras la posibilidad de tener un equilibrio en la caída que te permita ascender de nuevo. Lo que está en juego en todas esas circunstancias es si prima una sanción, una pérdida o una ganancia de estima social. El balance positivo o negativo de este diferencial de estima social pone rostro a esta alteridad, de la que tanto hablamos, en el seno de ese otro mundo. El deseo de integración en una sociedad depende también de este reconocimiento de nuestra mirada, y no de la distancia de donde venimos, por eso tiene que ver también con las políticas de acogida.
Siguiendo a Einstein, en ese espacio-tiempo de la relatividad si uno es capaz de ir más rápido que la velocidad de la luz, cuando regresa es más joven que los que se quedaron. La centralidad de la vorágine del exilio para quien la vive hace que tantas veces sea difícil de comunicar para quienes no han hecho ese viaje. Aunque viajamos mediante la comunicación entre mundos y fantasías, en libros, televisiones o documentales, las estanterías donde ir a buscar las palabras nuevas están en uno mismo y no puedes prestarlas al otro. Lo que ayuda a integrar ese viaje, y a crecer con él, es hacer del duelo de ti una parte que viene contigo, del duelo de sí una mezcla entre las pertenencias de entonces y de ahora, y del duelo de sentido un crecimiento compartido.
Sobre el blog...
Este blog recoge experiencias del exilio colombiano, y de todos sus nombres, refugio, asilo, víctimas en el exterior, desplazamiento transfronterizo. Todo ello habla del trabajo de la Comisión de la Verdad, en esa Colombia fuera de Colombia. Ese otro país, inexistente en este otro dentro de las fronteras.
Las víctimas que tuvieron que huir. Los defensores de derechos humanos perseguidos. Los secuestrados que se fueron después de ser liberados. Los militantes políticos que huyeron detrás de las balas. Las mujeres campesinas que salieron con sus familias. Los líderes cuya vida corría peligro. Las amenazas para la vida que unen tantas diferencias de periodos históricos, responsables y afectados, incluyendo familias y comunidades.
De todas esas víctimas, sobrevivientes, historias y escuchas de las que somos testigos, habla este blog. Y ojalá dialogue con quienes lo lean.
Carlos Martín Beristain
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